Aprovechando este sentimiento tan positivo, quiero tratar de transmitir, vía tecnológica, mis ilusiones para que todos seamos un poquito más felices.
¡Que el camino que elijas te lleve al destino que deseas!
FELIZ NAVIDAD y nos vemos en el 2009.
Que los blogs no son medios de comunicación como tales es algo que no tiene discusión, sin embargo, está claro que son una parte muy importante de los propios medios. Es cierto que también hay muchos blogs que no se albergan en los medios, y otros tantos que se han convertido en voces activas de la sociedad clamando o poniendo encima de la mesa asuntos sociales que habían sido desoídos.
No hay más que ver los premios The Bobs a los mejores blogs de 2008 concedidos a bitácoras que han denunciado realidades sociales desde perspectivas que no habían sido recogidas ni por las autoridades, ni por los medios, ni por los políticos. Así, los principales galardones han sido para un blog sobre el régimen cubano, sobre la realidad africana y sobre la vida bajo la vigilancia de las fuerzas de seguridad china. El mejor weblog en español ha recaído en 233grados un“blog sobre el futuro de los medios de comunicación” como se autodefinen.
En ese sentido, creo que los blogs están ejerciendo un papel importante en el control de los medios de comunicación, vigilando que éstos no obvien determinados asuntos o que mientan o manipulen a la opinión pública. Y esto cobra más sentido si se tiene en cuenta que la mayoría de los lectores jóvenes asegura desconfiar de lo que dicen los medios tradicionales y prefieren informarse a través de otras fuentes vía internet; según la encuesta de la agencia Waggener Edstrom.
Los blogs también se han convertido en una forma más cercana de llegar a los ciudadanos por lo que han proliferado como vía de márketing comercial y político; y son la máxima de la libertad de expresión. Pero hay tal infinidad de blogs (se multiplican a diario) con sus propias audiencias, que hace necesario algún tipo de control.
Hoy empieza en Madrid, el Foro Internacional de Contenidos Digitales (FICOD). La primera edición de este encuentro de locos por la tecnología y la producción de contenidos de diversa índole se integró en el archiconocido SIMO, aunque este año ha decidido caminar por separado.
Entre los temas a debatir está el futuro del cine, de la televisión, de los periódicos en cuanto a la emisión y distribución de sus contenidos multimedia al dictado de las nuevas tecnologías y de la imparable expansión de internet. Según el diario 20 Minutos, el 27% del mercado del negocio del ocio (videojuegos, música, tonos, redes sociales…) se basa en contenidos digitales.
Uno de los grandes temas que se van a abordar en FICOD es cómo proteger los derechos de los autores de aquellos contenidos que circulan por el ciberespacio, ardua tarea. Así, entre los eventos destacables de este foro se celebrará la II Conferencia Internacional sobre la propiedad intelectual en el Entorno Digital, promovida por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
Por su parte Chris Anderson, editor jefe de la revista Wired, conocida como la Biblia de internet), tiene previsto inaugurar FICOD con una conferencia en la que expondrá su teoría de que el futuro está en ofrecer productos y servicios gratuitos a los consumidores sin que eso signifique no ganar dinero. La idea promete.
El presidente electo del mundo… ¡perdón! de Estados Unidos, ya tiene configurado su departamento de Comunicación, algo casi tan importante o más que la vicepresidencia. Y ha elegido bien habida cuenta que la mayor parte de este equipo le ha ayudado a encumbrarse como la nueva figura política del momento. Robert Giggs, el hasta el 4 de noviembre portavoz de la campaña del que será el primer presidente negro de EEUU, ya es -con carácter oficial- el nuevo secretario de Prensa del Gobierno electo.
Giggs, quien trabajó para el Obama aspirante a Senador por Illinois en 2004 y fue su director de comunicación durante su permanencia en la Cámara alta, ha sido un maestro en la utilización estratégica de la comunicación digital a la hora de acercarse a aquellos sectores más desfavorables para el candidato demócrata, así como afianzar a los que ya tenía convencidos.
Este hombre es culpable de introducir a gran escala las nuevas tecnologías en la larga campaña de Obama en todo el mundo, siendo objetivo de malintencionados hackers. Y, con la ayuda de una consultora de comunicación política, ha sabido mostrar al mundo a su jefe de una manera innovadora vía la web 2.0.
Queda demostrado que el primero en dominar las tecnologías de la información y comunicación en cada generación política juega con ventaja. Franklin D. Rooselvelt se valió de la radio, John F. Kennedy de la televisión y Barack H. Obama lo ha hecho con el ciberespacio. Fuerte posicionamiento en la web oficial, newsletters comprometidas, planificación de movimientos sociales online, correos electrónicos colectivos, mensajes de móvil personales, vídeos políticos a través de la Red, inmenso blog de seguidores y clubs de amigos de Obama integrados en redes sociales mundiales... han sido su GRAN BAZA.
Está de moda toquetear las fotografías antes de publicarlas. De hecho, todas las revistas mejoran la calidad de las imágenes de las modelos que publican (le ponen o le quitan a demanda), incluso la Reina de España trató de componer una felicitación navideña con todos sus nietos (gracias al corta – pega), pero… ¿es lo mismo el retoque de imágenes de conflictos bélicos o de la escena política? ¿es ético?
Es cierto que los periódicos tienen el mismo derecho que las revistas a buscar que sus imágenes sean más impactantes y que llamen más la atención del espectador, pero ¿dónde está el límite, cuándo se considera manipulación o engaño de la opinión pública?
Veamos algunos ejemplos de manipulación de imágenes bélicas (varias fotos bélicas trucada de Reuters , lanzamiento de misiles de Irán publicada en Clarín, atentado en Afganistán retocado por el Ministerio de Defensa recogido en El Mundo); o bien de escenas políticas (visita de Acebes a Ávila manipulada por EFE que recoge El País, manipulación de la foto de las Azores por la SER publicado en Libertad Digital, imagen de la ministra de justicia retocada por Le Figaro que destacó El País).
Considero que las fotografías bélicas tienen que tratar de reflejar, lo más fielmente posible, la realidad de la guerra; así como las imágenes políticas. En este caso, no estamos hablando de márketing o de publicidad, o de conseguir una mayor audiencia gracias a estos acontecimientos. Pero la realidad, siempre supera a la ficción.
El retoque o edición de este tipo de fotografías es tendencioso, porque supone una alteración, casi siempre –exageración–, malintencionada de la realidad al posicionarse siempre de algunos de los lados. Es importante denunciar este tipo de prácticas y tratar de terminar con ellas por el bien de la sociedad.