Los
selfies no son una novedad, ya se habló mucho de ellos en 2013, y aún aportarán más historias. De hecho, hace unos cinco meses, unos investigadores comenzaron un estudio para
analizar las características de los selfies que se hacen en cinco ciudades diferentes, lo han llamado el
proyecto Selfiecity.
De lo que no cabe duda es de la relevancia que les ha dado
protagonizado por ElleDeGeneres en la pasada entrega de los Oscars. El autorretrato que se ha convertido en el el tweet más viralizado de la red de los 140
caracteres con más de 2 ,5 millones de retweets en sólo 12 horas. Desplazaba así a la publicación de Barack Obama cuando celebró por la misma vía su reelección en noviembre de
2012, con 780.551 retweets.
Lo que no sabe tanta gente es que el hollywoodiense autorretrato
que traspasó todas las fronteras no fue un impulso ni una improvisación de la showoman estadounidense.
Se trató de una acción de product placement de la
compañía coreana de teléfonos para presentar su campaña ‘One Samsung’. Y es que,
según hemos sabido por Bloomberg, el patrocinio de los Oscars por parte de la
firma incluía el uso de sus productos durante el espectáculo, así como el envío
de una decena de tweets desde la cuenta de la Academia.
Quizá se haya abierto un nuevo camino para la proyección
publicitaria, aunque los resultados de dicha acción están por ver. Lo que sí se
comprobó casi de inmediato fue la poca implicación de Ellen DeGeneres con la
compañía publicitaria al mandar la mayoría de los tweets de la noche desde su
iPhone. Es triste comprobar cómo a los personajes que prescriben determinados
productos no les gustan ni siquiera los consumen.
Y es que cada vez más se la honestidad
de la marca y lo que hay de verdad en el mensaje y en el emisor de la misma. En
este caso, se prescribe aquello que no se consume y además se evidencia de
manera inmediata. Ellen puso de manifiesto que su bolsillo es de Samsung pero
su corazón de Apple, y eso al usuario… le chirría.
¿Qué opinas al respecto? ¿Crees que la publicidad testimonial debería
ser coherente de principio a fin y que los prescriptores fueran convencidos de la
marca; o que promocionen cualquier producto aunque no crean en ellos ni
siquiera los consuman?
Fotos: @EliLanger y El Comercio
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